Ayer hubo elecciones.
No sé qué pasaría con eso, estuve muy ocupado terminando un trabajo hasta hoy en la madrugada y si el mundo se hubiera acabado en ese lapso no me hubiera dado cuenta.
No fui a votar
Podría decir que el trabajo urgía y no podía distraerme, que estoy en otra ciudad y no he tramitado cambio de domicilio o que no sabía donde había casillas, cualquier cosa… pero en realidad no fue por eso.
Nunca he votado.
No es algo que comente mucho o que diga con presunción, simplemente es cierto. No soy apolítico, no es que ‘me valga’ o no es que no me interesen esos temas. Si tengo una postura al respecto, y si me gusta estar informado de ello, solo que no lo externo con frecuencia y cuando lo hago, para algunos parezco muy radical… pero hace días vi un programa de televisión que me provoco el deseo de escribir este post y comentar lo que pienso al respecto. En general, todo lo que generó esta temporada electoral dio varias cosas de que hablar y por eso mismo quería publicar esta entrada desde la semana pasada. Postear ahorita que ya pasó todo posiblemente le reste mucha fuerza a mis palabras, pero en fin… no pude, se me pasó, lo que sea.
El caso es, que aunque tradicionalmente suele estar mal visto y ser bastante impopular, a recientes fechas “No Votar” se volvió ‘In’. Seguía habiendo anuncios que decían que ejercieras tu derecho, que no votar es no cambiar nada y dejarles el camino libre a los políticos corruptos, etc… pero al menos ahora cuando dices que no vas a votar o que no votaste ya toman con cierta seriedad tu comentario sin necesariamente señalarte de antipatriótica, anticívico, apático, etc. En esta ocasión hubo mucho movimiento promoviendo tanto el no ir a las casillas como el anular el voto. Aun no sé qué pasó con ello (o si ya se sepa).
No sé los demás, pero en mi caso, no votar no es por apatía propiamente, sino por decisión. No creo en los partidos políticos de este país, no creo en las instituciones nacionales, no creo en el sistema y no creo en la democracia. Entonces ¿Por qué habría de votar?. Seguramente dirán que vivo en un país democrático y que es mi derecho y deber ir a votar. Sin embargo, a mí nunca se me preguntó al respecto.
Este régimen da por hecho que la democracia es el mejor sistema de gobierno y que todos los habitantes del país están de acuerdo con esta afirmación… o por lo menos la mayoría… lo cual es suficiente para esta premisa democrática y la forma en que se aplica.
Es decir, si el 49.9999% de la población opinara que la democracia o este sistema democrático es basura, que es algo dañino para el país, que no conviene a sus intereses y que desea otra forma de gobierno, en el fondo no importaría si el 50.0001% restante opina lo contrario, y por lo tanto, no es esencialmente necesario que haya mecanismos para atender las demandas de la ‘minoría’ restante… o al menos da esa impresión.
Yo no pedí ser mexicano. No digo que no me guste, pero nadie me dio a escoger, nadie me preguntó si estaba de acuerdo con la leyes del país o si las consideraba justas… es más, muchas las desconozco y aunque hay muchas cosas que son de sentido común, hay otras que podría infringir alguna sin darme cuenta. Algunos dirán que es mi deber cívico conocerlas, pero en ocasiones ni siquiera hay facilidad para ello. Pero bueno, ese es otro tema que no es para esta ocasión.
El programa que vi se trataba de si era posible la democracia sin partidos, y la conclusión final era que parte esencial de la definición de democracia implica la suma de voluntades y posturas para llevar a cabo acciones, esta suma se da en forma agrupaciones o asociaciones que de manera formal o informal, tradicional o no, ejercen el rol de partidos, por lo tanto, no puede haber democracia sin partidos.
Estoy de acuerdo con ello y estoy de acuerdo con la necesidad de sumar fuerzas y ponerse de acuerdo con otros para hacer cosas más grandes, pero eso no es exclusivo de la democracia sino que es parte de la naturaleza gregaria del humano como especie... aunque tal vez por eso eso algunos consideran la democracia como el punto más alto de la evolución ideológica/política humana. El problema de esto, es que si el 50.0001% es idiota, la minoría restante tenemos que atenernos a su santa voluntad… y créanme, son más del 50.0001%.
Y esto es solo el principio de lo que quiero escribir… Pero ¿qué creen?. Se me acabó el tiempo por hoy… así que aquí le dejo y le sigo mañana. Sirve que no los aburro tanto.
No sé qué pasaría con eso, estuve muy ocupado terminando un trabajo hasta hoy en la madrugada y si el mundo se hubiera acabado en ese lapso no me hubiera dado cuenta.
No fui a votar
Podría decir que el trabajo urgía y no podía distraerme, que estoy en otra ciudad y no he tramitado cambio de domicilio o que no sabía donde había casillas, cualquier cosa… pero en realidad no fue por eso.
Nunca he votado.
No es algo que comente mucho o que diga con presunción, simplemente es cierto. No soy apolítico, no es que ‘me valga’ o no es que no me interesen esos temas. Si tengo una postura al respecto, y si me gusta estar informado de ello, solo que no lo externo con frecuencia y cuando lo hago, para algunos parezco muy radical… pero hace días vi un programa de televisión que me provoco el deseo de escribir este post y comentar lo que pienso al respecto. En general, todo lo que generó esta temporada electoral dio varias cosas de que hablar y por eso mismo quería publicar esta entrada desde la semana pasada. Postear ahorita que ya pasó todo posiblemente le reste mucha fuerza a mis palabras, pero en fin… no pude, se me pasó, lo que sea.
El caso es, que aunque tradicionalmente suele estar mal visto y ser bastante impopular, a recientes fechas “No Votar” se volvió ‘In’. Seguía habiendo anuncios que decían que ejercieras tu derecho, que no votar es no cambiar nada y dejarles el camino libre a los políticos corruptos, etc… pero al menos ahora cuando dices que no vas a votar o que no votaste ya toman con cierta seriedad tu comentario sin necesariamente señalarte de antipatriótica, anticívico, apático, etc. En esta ocasión hubo mucho movimiento promoviendo tanto el no ir a las casillas como el anular el voto. Aun no sé qué pasó con ello (o si ya se sepa).
No sé los demás, pero en mi caso, no votar no es por apatía propiamente, sino por decisión. No creo en los partidos políticos de este país, no creo en las instituciones nacionales, no creo en el sistema y no creo en la democracia. Entonces ¿Por qué habría de votar?. Seguramente dirán que vivo en un país democrático y que es mi derecho y deber ir a votar. Sin embargo, a mí nunca se me preguntó al respecto.
Este régimen da por hecho que la democracia es el mejor sistema de gobierno y que todos los habitantes del país están de acuerdo con esta afirmación… o por lo menos la mayoría… lo cual es suficiente para esta premisa democrática y la forma en que se aplica.
Es decir, si el 49.9999% de la población opinara que la democracia o este sistema democrático es basura, que es algo dañino para el país, que no conviene a sus intereses y que desea otra forma de gobierno, en el fondo no importaría si el 50.0001% restante opina lo contrario, y por lo tanto, no es esencialmente necesario que haya mecanismos para atender las demandas de la ‘minoría’ restante… o al menos da esa impresión.
Yo no pedí ser mexicano. No digo que no me guste, pero nadie me dio a escoger, nadie me preguntó si estaba de acuerdo con la leyes del país o si las consideraba justas… es más, muchas las desconozco y aunque hay muchas cosas que son de sentido común, hay otras que podría infringir alguna sin darme cuenta. Algunos dirán que es mi deber cívico conocerlas, pero en ocasiones ni siquiera hay facilidad para ello. Pero bueno, ese es otro tema que no es para esta ocasión.
El programa que vi se trataba de si era posible la democracia sin partidos, y la conclusión final era que parte esencial de la definición de democracia implica la suma de voluntades y posturas para llevar a cabo acciones, esta suma se da en forma agrupaciones o asociaciones que de manera formal o informal, tradicional o no, ejercen el rol de partidos, por lo tanto, no puede haber democracia sin partidos.
Estoy de acuerdo con ello y estoy de acuerdo con la necesidad de sumar fuerzas y ponerse de acuerdo con otros para hacer cosas más grandes, pero eso no es exclusivo de la democracia sino que es parte de la naturaleza gregaria del humano como especie... aunque tal vez por eso eso algunos consideran la democracia como el punto más alto de la evolución ideológica/política humana. El problema de esto, es que si el 50.0001% es idiota, la minoría restante tenemos que atenernos a su santa voluntad… y créanme, son más del 50.0001%.
Y esto es solo el principio de lo que quiero escribir… Pero ¿qué creen?. Se me acabó el tiempo por hoy… así que aquí le dejo y le sigo mañana. Sirve que no los aburro tanto.
2 comentarios:
Yo no vote, pese a que siempre lo he hecho y no me gusta la gente que se abstiene, pero ahora simplemente no tuve ganas. Tampoco creo en muchas cosas pero las sigo por que asi tiene que ser. Pero ayer deje pasar algo. Deje que los demas decidieran por mi. Pero no es lo mismo dejar que los politicos decidan por nosotros. De todas formas no importa el partido sino las personas que ya vienen con mañas. Pues que loco. Bye
Yo no voté porque me asaltaron hace relativamente poco y se llevaron todito lo que traía en la cartera pero ni modo, ni sufro ni me acongojo porque además dudo que en este país exista la verdadera democracia, solo es un concepto que quieren mantener vivo para evitar las preguntas mas profundas de como diablos es que la gente que nos gobierna llega a esos puestos.
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