2019/12/31

2019 no fue un mal año...

… fue un año pésimo

Antes de ahondar en el por qué, ante una afirmación tan tajante habrá que hacer algunas precisiones.

A) Primeramente, como se dice coloquialmente: "cada quien habla según como le haya ido en la feria". Entiendo que (afortunadamente) no fue malo para todos, así que solo puedo hablar por mí mismo por lo que me tocó ver y vivir... y, bueno, en ese sentido, puedo decir que este año ha sido uno de los peores años de mi vida… no estoy seguro si el peor, probablemente no, aunque tal vez está en la posición '2' o '3'. De hecho, fue tan así que quería escribir esto desde por ahí de Septiembre u Octubre, aún con el 'riesgo' de que las cosas mejoraran en estos meses y ya no aplicara del todo… pero era difícil que mejorara tanto y no fue así. Por el contrario, siento que todavía alcancé a echar a perder en estos meses un par de cosas que no estaban mal. Lo que sí sé es que, por mera estadística, es altamente probable (por no decir 'certero') que los peores años de mi vida estén aún por venir.

B) Por otra parte, aunque no quiero generalizar, ni intento hablar por los demás, me di cuenta de que para muchos de mis amigos y conocidos también fue un año difícil y, siendo honesto, creo que tampoco me llevé la peor parte, ya que para varios de ellos fue un año aún más pesado y complicado que para mi.

C) Por supuesto, no todo ha sido malo. Sería injusto no reconocer y valorar los momentos y, sobre todo, a las personas que compartieron conmigo un poco de su tiempo y de su vida en estos meses y gracias a quienes tengo también recuerdos agradables de este año y, con ello, me ayudaron a aligerar la carga. Aunque también me quedo pensando si logré tener ese efecto en alguien o, por el contrario, le hice más pesado el trayecto a los demás.

De cualquier modo, procurando hacer un balance frío y objetivo entre las cosas buenas y malas, la conclusión a la que inevitablemente llego es que este año fue desastroso porque, si comparo el estado de mi vida al inicio del año con su estado actual, varios aspectos importantes empeoraron o se estancaron y los que mejoraron lo hicieron solo temporalmente para después caerse de nuevo. El avance en casi todos mis proyectos fue nulo o hubo retrocesos. Solo recuerdo avances en uno de ellos y no fue nada significativo. Ahora hay más cosas por hacer y menos tiempo.

Económicamente esperaba, por fin, mejorar un poco este año pero, por el contrario, las cosas se complicaron aun más. Me estaba percatando de que hace siete años ganaba más o menos el doble de lo que gano ahora pero, en cambio, muchos productos, la renta y el pago de servicios costaban como la mitad de lo cuestan actualmente.

Claro, pudo ser peor… mucho peor, tanto por las cosas buenas que compensaron lo malo como porque la magnitud de lo negativo pudo ser muy superior... en parte, de ahí mi conclusión de que todavía están por venir peores años... pero tampoco es que las cosas estén bien en este momento porque, de por sí, ya venían mal desde antes. De hecho, el gran problema con este año es que las expectativas para lo que sigue no son nada alentadoras. 

Subjetivamente hablando, este año fue muy cansado y desgastante. Anímicamente no me siento bien (aunque estos últimos días me he relajado un poco). Sentí que hice muy poco y aun así me costó muchísimo trabajo. Quisiera poder ponerle 'reset' y 'volverlo a jugar' porque sentí que no logré nada de lo que suponía que lograría en este periodo… pero no sé si podría hacerlo mejor en estas condiciones porque ya no tengo fuerzas para seguir. Estoy agotado, frustrado y desmotivado… aunque supongo que no importa. Hay que seguir, aun cuando ya no le vea sentido. Creo que hubo muchos factores externos que nos pegaron a varios, pero también siento que el resultado final de este año para mí es la consecuencia natural de mi propia ineptitud.


Este año, intenté retomar cosas que me gustaban, aunque sean triviales o tontas, como seguir los partidos de la NFL, o hacer listas de películas y juegos favoritos en Facebook, y es lo que me ha mantenido ocupado y a flote.

La principal razón por la que no había escrito esto antes es porque no sabía si tenía caso. "¿qué ganaré o solucionaré haciéndolo?" nada, supongo. Creo que es solo para desahogarme (por eso solo estoy escribiendo sobre lo que salió mal)… y tampoco sabía a quién decírselo. No pude encontré a quién se lo quería decir o con quién quería desahogarme por todo esto, así que este texto terminó aquí. Diciéndoselo a todos y a nadie. Por ahora no mencionaré lo positivo de este año pero no porque no lo valores sino porque estoy en modo 'rant'. Sí, me quejaré descaradamente de lo que no me hace sentir bien.

De todo lo que salió mal, esa es la parte qué más me pesa y me duele: Sentir que me he alejado más aun de la mayoría de las personas que son importantes para mí… y, aunque lo he intentado, no he sido capaz de evitarlo.

Una de las cosas que más me costaron trabajo en 2018 fue sentir que cada vez convivía menos, sobre todo con quienes considero o consideraba más cercanos, me sentí distante, ausente... y sí, solo. Así que mi principal propósito para 2019 fue luchar contra eso y acercarme a quienes quiero que, además, cada vez son menos. Al final, fallé miserablemente y terminé peor que al principio.

Si acaso, lo rescatable de este año fue la salud. Aunque, en general, sigo sin dormir bien, ha habido rachas en las que descanso un poco más. No me enfermé gravemente de nada ni fui a dar al hospital, aunque sí me enfermo cada vez más seguido y por más tiempo de gripas y esas cosas menores y rompí mi record de dolores de cabeza (no es que me duela frecuentemente, es que antes nunca me dolía), supongo que es el resultado normal del pasar de los años, pero nada de esto fue impedimento para mis actividades ni puedo usarlo como pretexto. Al menos, no terminé el año tan agotado físicamente ni enfermo como los dos años anteriores.

Al final, aunque la magnitud de los problemas de cada quien puede ser muy distinta (y, definitivamente, mis problemas no son los más grandes) lo que nos queda es esa sensación de satisfacción o insatisfacción. Y, aunque estamos acostumbrados a resaltar lo que consideramos bueno o agradable, y está hasta mal visto mencionar aquello que puede ser 'negativo', esta vez quiero ser honesto y decir que no estoy contento con el año que termina. No me siento feliz, no me siento satisfecho. Y, si se quiere hacer algo al respecto, reconocerlo es el primer paso.

Todos morimos un poco cada día...
pero este año que pasó sentí que morí mucho más de lo habitual.

2019/11/24

Diario de Sueños - 2019/11/24

Soñé que llovía muy muy fuerte. 
Yo estaba adentro de mi casa pero rápidamente empezaban a formarse goteras en el techo. En un instante, eran tantas que literalmente "llovía" adentro de la casa, así que buscaba mi paraguas y lo abría para cubrirme mientras pensaba que todas mis cosas se estaban mojando... aunque ni siquiera me dio tiempo de reaccionar como para tratar de evitarlo.

Veía como el techo se empezaba a deformar por el peso del agua acumulada, e incluso, una parte ya se estaba desprendiendo. Sabía que en cualquier momento todo se vendría abajo y que, con ello, iba a perder mis pocas pertenencia materiales.

En eso, volteaba y me daba cuenta que alguien más estaba también en mi casa, alguien a quien quiero mucho. A tan solo un par de metros de mí, ella se recargaba en la pared tratando de evitar mojarse. Me acercaba a ella y le daba mi paraguas para que no se mojara y le decía que se fuera y que buscara un lugar en el que no corriera peligro.

2019/10/01

#Inktober2019

Pues.... ya inició el mes de octubre y con ello el tradicional #Inktober. La verdad es que en esta ocasión ando muy ocupado, así que no podré hacer un dibujo diario durante todo el mes, aunque espero poder apartar tiempo para al menos hacer uno que otro dibujo. Pronto lo sabremos.

Por otro lado, recordé que había hecho esta lista de ejercicios el año pasado, pensada para ayudar a quienes no tengan mucha experiencia dibujando pero que quieran practicar y mejorar. Va de lo más sencillo a lo más complejo. Espero que les sea de utilidad. Se aceptan críticas y sugerencias.









Enjoy!

2019/05/26

Diario de Sueños - 2019/05/26

Soñé que tenía que hacer un viaje hacia el norte y cruzar la frontera. No estoy seguro de a qué lugar (aunque en el sueño sí lo sabía), pero me tocaba viajar en automóvil y conducir, porque en el auto llevaría distintas pertenencias, no solo mías sino de otros. Nunca me ha gustado conducir y tiene muchos años que no lo hago pero sabía que tenía que hacerlo, así que no renegaba de ello. Al menos, conduciría un auto que ya conozco, el auto de mi familia de hace años, al que mis amigos y yo le apodamos el "Slave 1".

Subía y acomodaba todos los objetos al automóvil. Eran muchos, prácticamente se desbordaban y por eso me tomaba tiempo organizarlos. Terminaba como envolviéndolos en una sábana para contenerlos. Al terminar, ya estaba listo para partir pero también me sentía muy cansado, así que encontraba un hueco entre las cosas, en la parte de atrás del auto, y me recostaba para darme un respiro... pero terminaba quedándome dormido.

Al despertar, me di cuenta que ya iba en camino, mas al voltear hacia el asiento del conductor veía que nadie iba conduciendo. Recordé que ya había arrancado el motor y así lo había dejado cuando me recosté. De algún modo, el auto empezó a avanzar solo. Tal vez no puse el freno de mano. No lo sé. Seguía parcialmente recostado, solo tenía la sensación de movimiento y veía por la ventana que nos desplazábamos mientras pensaba en lo sorprendente que era que no nos hubiéramos estrellado. Pensé que tal vez tenía una especie de "piloto automático". Me levanté para moverme a la posición del conductor y tomar el control del vehículo. También pensaba en si había cruzado ya la frontera, aunque asumí que no porque difícilmente hubiera podido cruzar sin que me detuvieran. Al mismo tiempo, buscaba mi pasaporte entre mis bolsillos y sentía tranquilidad al encontrarlo en uno de ellos.

Al llegar a la posición del piloto y tratar de ubicar donde me encontraba me daba cuenta que no había camino, estaba avanzando en un área deshabitada. Había irregularidades en la superficie pero se podía avanzar con el auto. El lugar parecía como la base de una montaña o una meseta. No se alcanzaba a ver mucho, había neblina y el clima era frío. El panorama era grisáceo. Casi no había vegetación y por alguna extraña razón había montículos de roca triturada en fragmentos pequeños (unos 3 cm. de largo). No parecían algo natural, más bien, parecía que ahí los habían colocado. Recordé las plantas de proceso de mineral en las que ha trabajado mi papá.

Traté de buscar un camino o indicios de uno, pero no se veía nada. Todo el panorama era muy monótono. ¿Cómo salgo de aquí?, ¿Hacia dónde voy?, ¿a la derecha o a la izquierda? También estaba la posibilidad de dar media vuelta y regresar por donde venía... pero tenía la sensación de que sí iba más o menos en dirección correcta.

De pronto, alcancé a ver a lo lejos una forma amarilla. Al parecer era un vehículo, así que traté de aproximarme. En esa parte del sueño no recuerdo realmente conducir el auto, pero de algún modo mi intención de acercarme al vehículo amarillo tuvo efecto (a lo mucho, movía el volante pero no controlaba el vehículo del todo). Al acercarme corroboré mis sospechas. Era una camioneta tipo 'Van', parecía equipada para terracería y excursionismo y me dio la impresión de que transitaba por un camino sin pavimentar.

Logro acercarme y confirmo que sí hay un camino por donde transitaba la camioneta. También alcanzo a notar que la camioneta se detuvo y por eso pude darle alcance más pronto de lo esperado, así que intento hacer lo mismo pero me doy cuenta que no puedo colocar mis pies sobre los pedales para frenar. Hay cajas y objetos que me estorban ahí y ni siquiera me dejan verlos pero, además, aunque los quitara parece que ni siquiera los alcanzo. Siento mis pies torpes y los pedales muy lejanos.

De cualquier modo, sin entender por qué, el auto se detiene, quedando a unos veinte metros de la camioneta. Me quedo pensando si debo intentar acercarme más con el auto o bajar para hablar con el conductor. En eso, la camioneta reanuda su marcha, así que intento arrancar de nuevo e ir tras ella... pero no puedo seguirla porque el auto ya no arranca. Intento un par de veces dar marcha con la llave pero no tiene efecto, en una tercera, parece que el motor enciende pero luego de un par de segundos se apaga. Reviso los instrumentos del tablero y me doy cuenta que el indicador de la gasolina está hasta abajo al igual que el de la batería. Intento con los pies hacer algo en los pedales pero sigo sin poder alcanzarlos. Pienso que aunque arranque y tenga un poco de combustible no sé a qué distancia esté la próxima gasolinera ni en qué dirección y posiblemente no me alcanzará para llegar porque ya todo se gastó en el trayecto mientras estuve dormido. Pensaba: "Si esa camioneta se va me voy a quedar varado en este lugar y empujar el auto yo solo tampoco parece una opción viable".

Sigo intentando arrancar el auto, pero no lo logro... incluso, siento que ya ni siquiera puedo sostener el volante con la manos. Me siento muy débil y me empiezo a inclinar inevitablemente a un lado, quedando semi-recostado sobre la ventana del auto, sin fuerza para sentarme correctamente ni sujetar el volante y sin una postura adecuada para alcanzar los pedales del auto... solo veo como la camioneta amarilla se aleja de mí hasta que desaparece de mi vista.

2019/05/15

Con motivo del Día del Maestro...


Como todos, he tenido muchos profesores a lo largo de mi vida, algunos solo cumplían con el mínimo indispensable que exigía su labor o, de plano, ni siquiera eso... afortunadamente, también tuve otros muy capaces que ponían un gran empeño y dedicación, quienes compartieron conmigo conocimiento valioso... más aun, de entre estos últimos, hay un puñado que fueron y siguen siendo una gran influencia para mí por lo que, más que simples profesores, los considero como mis Grandes Maestros. Aunque no con todos tuve una relación muy cercana me dejaron algunas lecciones puntuales que trato de aplicar a mi vida hasta el día de hoy. 

La verdad es que pocas veces nos damos cuenta en el momento de lo valiosas que son estas personas y sus enseñanzas y pocas veces volteamos hacia atrás para agradecerles directamente. Después de tantos años y mudanzas, a estas alturas ya les perdí la pista a la mayoría de ellos y confieso que ni siquiera recuerdo los nombres de todos, pero quise al menos escribir este post para recordar brevemente algunas de esas valiosas lecciones que me dejaron y me siguen acompañando. Puedo decir, sin lugar a dudas, que ellos han sido personas muy importantes en mi vida y estaré agradecido con ellos el resto de mis días; doblemente, tomando en cuenta que ahora yo también soy profesor y han sido también mis ejemplos a seguir, a quienes he procurado emular en mayor o menor medida.

El Subdirector de la primer secundaria en la que estudié:
Me enseñó que la autoridad y el respeto se ganan día con día. Que los mejores maestros son los que saben que no son infalibles y están abiertos a la crítica. Aprendí que un buen profesor, en lugar de molestarse cuando un alumno le hace notar algún error, lo agradece e incluso lo recompensa por ello porque todos podemos aprender de todos. También me enseñó a tomar el toro por los cuernos, a aceptar responsabilidades que no buscamos o esperamos pero que, por las circunstancias, nos toca a nosotros resolver.

Mi profesor de Ciencias Naturales de primero de secundaria:
Él me enseño a continuar aprendiendo siempre, a no conformarme con lo que se impartía en la escuela, a buscar e investigar en todas las fuentes a nuestro alcance y no quedarnos solo con las obvias. Gracias a él aprendí a valorar mi propia curiosidad y entusiasmo por aprender.

Mi profesor de Trigonometría y Geometría Analítica de la preparatoria:
De él aprendí que las matemáticas no tienen que ser algo frío, que pueden ser interesantes y hasta divertidas... pero más allá de eso, que ser profesor es un trabajo humano, en el que se trata con personas. Que no somos perfectos y se vale dar segundas oportunidades pero estas no vienen regaladas sino que regularmente tenemos que ganárnoslas de antemano.

Mi profesor de Biología y Ecología de la preparatoria:
Aprendí que, si bien el conocimiento importante, lo más importante es razonar, comprender la información y establecer relaciones que nos llevan a nuevas conclusiones. Aprendí que el conocimiento es uno solo, que todo está interconectado. Aprendí que el sentido común no es tan común como uno cree. Aprendí la importancia de la iniciativa propia, a tomar el control de mi propio aprendizaje, a resolver problemas sin esperar que la solución esté en bandeja de plata; a construirla, si es necesario.

Mi profesora de Japonés:
De ella aprendí principalmente que se puede ser estricto sin dejar de ser amable y se puede ser amable si dejar de ser estricto.

Mis maestros de Kung Fu:
De ellos aprendí muchas cosas. Les tengo un gran aprecio y un respeto muy especial. Aprendí que el Kung Fu está en todo lo que hacemos: Es el esfuerzo, es el trabajo, es la constancia, es la dedicación. Kung Fu es poner todo nuestro empeño para que todo lo que hagamos lo hagamos de la mejor manera posible. Es ser disciplinados, es nunca rendirnos, nunca darnos por vencidos, levantarnos una y otra vez y aprender de nuestros fracasos. Es superarnos y ser mejores día con día. Es trabajar en nosotros mismos para derrotar nuestros propios defectos y limitaciones. Es ser responsables, ser honestos, ser respetuosos, ser humildes, ser equilibrados en nuestras vidas... es muchas cosas más.

Por supuesto, no es fácil estar a su altura, no es fácil poner siempre en práctica todas esas enseñanzas. En ocasiones como esta, en las que los recuerdo, siento que me falta mucho camino por recorrer, mucho por trabajar, mucho por mejorar... incluso, siento que en ciertos aspectos en lugar de avanzar  voy en retroceso... pero ese no es el punto ahora. 

Agradezco enormemente haber tenido la oportunidad de conocerlos y aprender de ellos.

Gracias, Maestros.

2019/02/19

Diario de sueños - 2019/02/19

Soñé que volaba y podía superar obstáculos grandes
(de unos 20 metros de altura).
Tenía muchos años que no lo hacía.

Antes soñaba muy frecuentemente que volaba pero tenía como tres años que no soñaba con esto.

Dejar volar en los sueños fue gradual. Al principio, volaba de muy diversas maneras y con distintos grados de libertad (incluso llegué a soñar que volaba entre ciudades) pero en determinado momento me empezó a costar trabajo hacerlo hasta que llegó el punto en el que apenas y podía levantarme del suelo un par de segundos... y posteriormente dejé de soñar con ello.

La mayoría de mis sueños son lúcidos (es decir, estoy consciente de que es un sueño), pero más en los que vuelo porque al darme cuenta de que es un sueño intento volar.

Volar en los sueños es, de cierto modo, una representación de mi fuerza de voluntad y/o sensación de libertad, que antes sentía que era muy grande y fue disminuyendo, por eso me costaba cada vez más despegar del piso y cuando intentaba volar sobre obstáculos y objetos grandes simplemente no podía. No solo es el tema de volar más alto, que representaba un esfuerzo cada vez mayor, sino el qué pasaría una vez que estuviera arriba o que cruzara al otro lado del obstáculo... ¿podría mantenerme en el aire?, ¿caería?

No sé porqué volví a tener este tipo de sueños. Tal vez porque estoy agripado.


En esta ocasión, lo que soñé fue que estaba en una ciudad desconocida. No recuerdo la situación, pero había una especie de barda de unos 8 metros de alto que había que superar, con esfuerzo llegaba arriba pero al llegar me daba cuenta que parecía mas como una loma, pero muy vertical... y que tenía otro segmento más alto que no se veía desde abajo... de nuevo, hice un esfuerzo para seguir subiendo pero al llegar arriba notaba, de nuevo, que había un segmento extra más alto, y me esforzaba aun más para seguir subiendo hasta llegar arriba. Una vez a esa altura, veía al otro lado casas y una reja metálica. Me daba un poco de temor porque pensaba que si la fuerza me fallaba podría caer o descontrolar el vuelo... aunque al final pude seguir volando, más o menos a la misma altura , sin consecuencias negativas.

2019/01/13

Computadoras

Estoy escribiendo esto desde mi computadora "vieja" que traje de Saltillo ahora que fuí en Diciembre.

La compré hace casi 11 años, pero funciona bastante bien. Tenía buenas especificaciones para el momento en el que la adquirí. Se siente ágil y rápida. Incluso, la mayor parte del tiempo la siento más rápida que mi computadora actual. Tenía mucho tiempo que no la conectaba a Internet. Por lo menos un año, de cuando fui a Saltillo a finales de 2017.

El primer y único sistema operativo que le instalé fue Windows XP. Al abrir varias pestañas del navegador simultaneamente se comienza a sentir un poco la carga pero todo funciona corréctamente. Facebook me dice que actualice el navegador para una "mejor experiencia" pero, hasta ahora, no me está dando problemas con la versión actual. Incluso, hay varios plug-ins de Firefox que tiene esta computadora que no tengo en la nueva porque ya no son compatibles con las versiones más recientes (los cuales extraño mucho).


Me traje esta computadora a la ciudad de México porque necesito su gabinete y su fuente de poder para unas adecuaciones que le haré a mi computadora actual; por lo tanto, voy a desmantelar parcialmente esta máquina... pero no la quiero dejar morir. 
 
Has sido una máquina muy buena durante todos estos años. Pronto te reconstruiré un nuevo cuerpo.

2019/01/12

DIario de Sueños - 2019/01/12

Anoche soñé que estaba en Monterrey y tomaba un vuelo hacia la ciudad de México.

Abordaba el avión, tomaba mi asiento, iniciaba el despegue. Todo el viaje transcurría con aparente normalidad... pero, al arribar a mi destino, algo no estaba bien. 

No recuerdo con precisión cuál era el problema. Creo que era el haber llegado demasiado temprano o alguna otra tontería de esas que solo en los sueños tienen sentido. El punto es, que a causa de ese motivo, cualquiera que este fuere, yo decidía no bajar aun del avión... pero el vuelo no terminaba ahí, ya que la ciudad de México era tan solo una primer escala y su trayecto continuaba hacia otros destinos en centro y sudamérica... y, como yo no descendía del avión, simplemente el avión continuó su recorrido, sin que nadie me dijera que tenía que descender.

Después de varias escalas, caía en cuenta de que si no me bajé en mi destino original ¿cómo rayos iba a regresar? porque ni siquiera tenía dinero para pagar un boleto de vuelta y, conforme más me alejara, más difícil y caro sería retornar. Para esto, cada destino parecía más como parada de transporte urbano con trayectos de solo unos cuantos minutos entre uno y otro. Algo así como viajar en metro, con paradas programadas cada cierto tiempo. Al momento en el que entré en razón y entendí que tenía que bajar del avión lo más pronto posible ya estaba por llegar a Bolivia. En lo que preparaba mi descenso, me quedaba pensando en lo tonto que fue no haberme bajado a tiempo porque, al parecer, todo fue un capricho mío y, si no hubiera reaccionado en ese momento, de seguro el vuelo me hubiera llevado hasta la patagonia. Pero también me quedé pensando: "Por lo menos, hubiera aprovechado para bajarme en Colombia " ya que allá tengo varios amigos a los que aprecio mucho y quiero visitar.