2010/11/11

El Espíritu de Lucha

Pensando en los significado que cada quien le atribuye a algunos términos, más allá de la definición del diccionario, les pregunté a varios amigos "¿Qué significa para  tí la palabra “Guerrero” o “Ser un Guerrero”?" y encontré respuestas interesantes...

Claro que encontré coincidencias con algunas de las cosas que mencionaron, pero solo parciales. Me sorprendió que algunos asociaran el concepto con cualidades o valores como bondad, nobleza, justicia, valor e incluso, lealtad y honor o que es alguien que “hace lo correcto” o “protege a las personas que ama”, creo que no lo había pensado… Mas bien, ese tipo de cosas las asocio a conceptos como “Paladín” (si, culpa del Dungeons & Dragons) y algunos seguramente asociarán estar “virtudes” con la palabra “Héroe”, pero en mi caso, tampoco es así necesariamente porque cuando escucho o leo el término pienso inmediatamente en los semidioses de la mitología griega, como Heracles o Aquiles.

Les recomiendo escuchar esta música mientras leen lo que sigue
Para mí, la palabra “Guerrero”, en el sentido estricto, se refiere a alguien que se dedica a la guerra o tiene que ver con ella, principalmente un soldado de infantería, pero también podría ser un jefe militar, un estratega, un piloto de aviones, etc… entiendo el sentido en el que los demás lo emplean, pero yo no uso mucho ese término porque para mí, ser un guerrero implica de manera casi intrínseca la pertenencia a un grupo o facción numerosa y pelear por una causa común, ya que la guerra es algo colectivo (no soy muy dado a trabajar en equipo) y sujeto a la temporalidad del evento (o sea, solo pelean cuando hay guerra… no puedo evitar acordarme de “300” :P). En cambio, las palabras a las que les doy una connotación más especial vendrían siendo ‘Peleador’, ‘Luchador’ e incluso ‘Combatiente’ y “Fighter”, lo cual, no negaré que tiene que ver mucho con los juegos de “Street Fighter” y el impacto que han tenido en mi vida (y no es que sienta que sean unos tratados muy profundos de filosofía al respecto, pero fueron la puerta que me motivó a ahondar un poco más en el tema).


A diferencia del guerrero, (para mí) un peleador es alguien que enfrenta solo a un oponente similar en igualdad de condiciones, en un combate uno a uno (es que soy muy individualista). En el sentido literal, sería preferentemente a mano limpia, pero también puede ser con algún arma de mano.

Hay muchos tipos de peleadores, buenos, malos, legales, tramposos, nobles, ruines, etc., y también, aquí cada quien tendrá su modelo de peleador ideal.

En mi caso, es aquel para el que la pelea es un fin en si mismo y no requiere una razón o una motivación adicional (The Fight Is Everything). Y aunque puede haber peleadores ocasionales, el verdadero peleador es aquel que ha decidido dedicar su vida a la lucha y por lo tanto debería buscar siempre ser mejor en lo que hace (Every moment gives us a chance to become more than what we are). Un buen peleador es aquel que procura pulir sus habilidades, mejorar su técnica, controlar sus nervios, estudiar a su oponente y encontrar su punto débil; es el que busca desarrollar la perseverancia, el autocontrol y la disciplina y aprende a resistir el cansancio y el dolor.

De este modo aunque la pelea, o duelo es una forma de medirte con tu oponente, no se trata solo de ganar o de derrotarlo, sino de aprender, crecer y mejorar uno mismo, identificar nuestras propias debilidades y carencias y tratar de superarlas. La victoria o derrota no es más que la consecuencia lógica de la superioridad de uno de los contrincantes, y por ello no siempre es relevante. Una derrota contra un rival fuerte puede ser más valiosa que una victoria sencilla (A defeat learned from is more important than an empty victory). Es por ello que un peleador no debe temer a la derrota, e incluso podría buscar un enfrentamiento aun a sabiendas de que será derrotado… aunque esto no significa que no procurará la victoria, más bien, el punto es ¿a cuáles rivales es cada quien capaz de derrotar, a quienes no y por qué?. Un peleador no debe temer al dolor o ser lastimado, aunque tampoco se arriesgará estúpidamente, ya que un peleador que no pueda pelear no es peleador. Ni siquiera los leones se arriesgan a salir heridos contra las hienas.

En cuanto a si puede haber cierto “Honor del Peleador” similar al de los Samurai y otros tipos de ‘guerreros’ definitivamente creo que si, pero aunque es parte importante de mi ideal de peleador, no lo considero como algo forzoso ni podemos esperar a que todos los oponentes lo tengan. Los códigos y las reglas legitiman el combate y la victoria y esto facilita medir nuestro desempeño, pero además, uno siempre respetará a aquellos que respeten y valoren las mismas cosas que uno y disfrutará más compartir ese gusto con alguien que también lo sienta así. Es una de las cosas que tanto me gustan de la película de Huo Yuan Jia.

Ser un peleador es complicado, pero no precisamente es por motivos altruistas, sino todo lo contrario. No se lucha por los demás, se lucha por uno mismo, por ser mejores, por ser mas fuertes, y algunos lo harán por victoria y la gloria (pero tienen mayor riesgo de caer y perder el rumbo)… hasta el oponente puede pasar a segundo término porque el reto es con uno mismo. Es por eso que los luchadores tienden a ser solitarios, ya sea por necesidad o por decisión (que puede ser una muy difícil), pues tal vez prefieran no arrastrar a otros a su estilo de vida, ya que es muy arriesgado e incierto.

Esta canción me trae a la mente muchas de las ideas que aquí comparto
Toda esta idealización personal del concepto de peleador la he ido construyendo a través de los años, basándome en personajes como Ryu o Gokū (las frases en inglés entre paréntesis son frases de victoria de Ryu en SFIII, aquí pueden leer una entrada muy completa sobre el personaje), que siempre están en busca de oponentes fuertes. Un arquetipo muy japonés. Esta parte yo no la entendía en un principio e incluso, esos personajes me desagradaban pues me parecía absurda su motivación, pero fue a través del Kung-Fu que la comprendí y lo valoré, y aunque en este caso, la lucha no es siempre física o contra un oponente humano, conserva la parte esencial de que el enfrentamiento final es contra uno mismo.

Y es aquí donde se le puede dar cabida a las metáforas y analogías y donde cada quien puede preguntarse ¿Cuál es tu lucha? O ¿Cuál es tu guerra?, y podemos extrapolar todas esas características del peleador o de lo que representa la pelea a nuestra vida cotidiana o a otras actividades similares como el Ajedrez, o los Video Juegos (sobre todo de pelea, valga la redundancia).


También hay otros personajes de ficción que, en mayor o menor grado, considero “Peleadores”, como los inmortales de “Highlander”, los Yautja de las películas de “Depredador” o Travis Touchdown de "No More Heroes" y otros no tan de la ficción como Miyamoto Musashi.

La verdad, yo no sé si puedo considerarme un peleador (metafóricamente hablando). No sé si merezco el ‘título’ porque no me gustaría ser un mal peleador, sino uno bueno, pero no siento tener todo lo que ya he descrito; aunque definitivamente si me gustaría poder sentir que lo soy. Aunque por otro lado, una característica de un buen peleador es nunca llegar al punto de conformarse con lo que es o ha logrado y siempre buscar superarse. Aun así, siento que he perdido mucho de lo que ya había alcanzado… o tal vez solo creí tenerlo alguna vez.

La perseverancia, el levantarse siempre de la lona y nunca darse por vencido es tal vez el rasgo más importante del Peleador (o “Guerrero”, para los que prefieran ese término), pero no es algo fácil y habrá incluso quien piense que es algo con lo que se tiene que nacer o de otro modo, no se tiene, pero yo creo que más bien es cuestión de “Presionar el Botón Correcto”. Aquí es donde si puede caber lo de la “justicia”, o “un ideal” o “un ser amado”, pero muchas de esas cosas aplican cuando uno lucha por necesidad  (literal o metafóricamente), y no por desición propia ¿Qué es lo que te hace levantarte aun cuando sientas que ya no tienes más energía o solo sientas dolor?, Puede ser el sentir que algo es tan importante que vale la pena arriesgar lo poco que le queda a uno, pero no necesariamente o no es lo único…

¿Por qué habría alguien de dedicar su vida a algo que implica tanto dolor y sacrificios? Por una razón que menospreciamos frecuentemente o de plano se nos olvida, pero que de cierto modo es más importante que todo lo antes mencionado: La Emoción.

 

A final de cuentas, lo debes hacer por gusto. De uno u otro modo, lo tienes que disfrutar, te debe emocionar, excitar, apasionar, entusiasmar... Algunos buscarán la emoción que proporciona la victoria, el reconocimiento, el dinero, o ver a su oponente en el piso, pero en mi caso, creo que dos son (o debieran ser) los factores más importantes de un peleador y que me he dado cuenta que tiene que ver con eso que tienen Gokū o Ryu (que en un principio me desagradaba) , pero que es lo que me gusta de los videojuegos:
  • El Reto: La emoción de enfrentar algo que no sabemos si podremos superar y lograrlo... y entonces ir en busca de un reto mayor y superarlo también. Demostrármelo a mi mismo, y ¿por qué no? A los demás. Es como ir coleccionando medallas (aparte yo soy muy dado a coleccionar cosas). Aunque tiene relación con la victoria, no es lo mismo y a veces tiene que ver con la afrenta (¿Eres un gallina, McFly?) o la competencia, aunque claro que habrá retos más estimulantes que otros. El reto puede ser volverte a levantar luego de una caída, resolver un acertijo, resistir tres minutos bajo el agua o decidir enfrentar a un oponente poderoso aunque sepamos que barrerá el piso con nosotros... aunque claro, el siguiente reto podría ser enfrentarlo de nuevo y que esto no vuelva a pasar. Eso es mucho más emocionante que ganar 20 veces contra un rival que no opone ninguna resistencia (Without the threat of death there's no reason to live at all... esta no es de Ryu). Esta también es la principal razón por la que me gustan los videojuegos.
  • El Enfrentamiento: No me considero una persona a la que le guste la adrenalina o las emociones fuertes, más bien, intento actuar fría y calculadoramente en todo lo que hago y procuro evitar “sentir demasiado”, pero no puedo permanecer indiferente a la excitación propia de una pelea. Y aquí hay varios factores involucrados, por un lado está la actividad y el contacto físico que son bastante estimulantes por si mismos, pero no es solo eso; también es muy emocionante el simpe hecho de saber y sentir que te estás enfrentando a alguien más y que no sabes que pasará, pero que tienes que poner todo lo que esté de tu parte para sacar el mejor resultado posible o para demostrar lo que tienes y aquí se entremezcla un poco con el reto. Pelear es ser presa y cazador al mismo tiempo. Ese "Uno a Uno" me motiva mucho y me hace sentir vivo. Y todos necesitamos sentir ese tipo de emociones, el chiste es encontrar que es lo que nos lo proporciona. Correr o nadar siempre me han parecido muy monótonos e incluso el Football Soccer o el Basketball no siempre me han parecido suficientes… pero las artes marciales son algo muy distinto. No puedo presumir de tener realmente mucha habilidad en los combates físicos y tampoco he acumulado mucha experiencia, además de que tiene mucho que no entreno y por supuesto, no me agrada la idea de salir lastimado. Habitualmente prefiero aprender la técnica, y a decir verdad, le suelo rehuir al dolor y al combate, pero a veces también se extraña el practicar con alguien más e intercambiar algunos golpes y al estarlo haciendo, me doy cuenta que si me agrada. Un oponente es en si mismo un acertijo dinámico que hay que resolver [interacción], cambia su actuar a cada movimiento que hacemos, pero además, es emocionante el sentir como conectamos un ataque y ver la reacción del otro, también es muy alentador esquivar un ataque o desviar lo que el oponente nos lanza e incluso el sentir el toque del oponente cuando no pudimos eludirlo nos motiva a responder y a evitar que pase de nuevo. Claro que, dedicarse de lleno a intercambiar golpes, sobre todo a nivel profesional en disciplinas como el Muay Thai o las Artes Marciales Mixtas, para mi gusto ya requiere cierto nivel de 'masoquismo' o de otro modo, después de un tiempo simplemente desistes. Yo no llego a tanto, aunque he concluido que el que me gustara  el Football Americano y en particular la posición de Receptor no solo se debe a la estrategia, sino que tiene también un poco  de esto: El correr y eludir los golpes o el seguir de pie a pesar de ellos; incluso, el enfrentamiento que estos tienen con los esquineros es muy cercano a un combate uno a uno.
 

Y si, también me suele gustar cierto tipo de música que, ya sea por la letra, la melodía o ambas hace que a uno le den ganas de pararse y soltar golpes, je. Y en el caso de los videojuegos, es un factor muy importante que puede ayudar a la ambientación o de plano arruinarla.

¿Guerrero, Soldado o Peleador? 
No lo sé, pero tanto la música como la letra me parecen bastante estimulantes.
También les recomiendo mucho el Video Oficial 
(Inserción desactivada por solicitud ¬_¬)

Y por último, quería comentar sobre una película que me causó algo muy especial que siento que tiene que ver con este 'espíritu combativo', y que siento como si hubiera sido escrita para mí porque no conozco a nadie más a quien le haya causado algo similar, y es precisamente “Spirit: Stallion of the Cimarron”. Me sentí particularmente identificado con ese “no dejarse doblegar”, ante nadie ni ante nada, sobre todo lo que algunos llamarían "El Sistema", pero no es un asunto de  valores, libertad, justicia, ni ideales (aunque puede haberlos) sino simplemente de “¡¡¿Por qué %#$% voy a darle gusto a alguien a quien detesto?, ¿Por qué… ‘diantres’ tengo que obedecer ordenes absurdas y estúpidas? No tengo por qué ser algo que el otro quiere que yo sea!!”.Y tal vez si es mucho la simple rebeldía de ‘Conforme mas me estés moliendo, menos voy a ceder’, pero sin lugar a dudas es una forma en la que las cosas negativas, e incluso el odio pueden ser una gran motivación para seguir adelante, sobre todo por la satisfacción de que cuando el otro crea que nos ha derrotado le demostremos que está equivocado, lo hagamos quedar mal y nos volvamos a poner de pié para patearle el 'trasero'.

Y para despedirme, los dejo con esta frase que se escucha durante la pantalla de "Game Over" de Street Fighter III: Third Strike y que es una invitación explicita a nunca rendirse y volverlo a intentar.

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